Miedo, temor, pánico… esos temores viven en el subconsciente del hombre cuando visualiza en su mente la imagen de quedarse solo.
Aunque a veces quiera estar solo el ser humano es social por naturaleza, vive dentro de una sociedad de la cual necesita ser aceptado, suelen caer en un profundo abismo cuando son discriminados, apartados o simplemente ignorados, necesitan que estén pendiente de su persona, un individuo solo se siente indefenso y débil… ya, siempre existe la excepción que rompe la regla.
Es de todo esto de lo que se alimenta el miedo de nadar a contracorriente.
El dejarse llevar y el estar apoyado por una muchedumbre de personas suele dar seguridad, pero el hecho de estar unido a la multitud suele anular la capacidad de reflexionar, comprender, analizar fallos en incoherencias, te anula completamente la capacidad de pensar por ti mismo.
Se termina por aceptar lo inaceptable por miedo a ser rechazado o a una sanción.
Desde pequeños nos obligan a obedecer pues se es pequeño, pero obedeciendo y aprendiendo creces y cuando creces ya tienes la capacidad de pensar y sacar tus propias conclusiones.
Que hubiera sido de Galileo si no hubiera defendido sus conocimientos, defendido sus pensamientos a contracorriente de masas e incluso siendo acusado de herejía por la iglesia, Galileo hubiera sido uno más de una multitud arrastrada por el miedo a ser rechazado por todos.
Se dice que hay que estar loco para exponer realmente lo que se piensa, se suele crear un disfraz para ser aceptado en la sociedad.
Existe un dicho que dice “¿Si Fulanito se tira por un barranco tu también te tirarías? La respuesta seria un no total y rotundo, pero si una masa de Fulanitos se arrojan por ese barranco ese no rotundo comienza a ser mas dudoso, pues ya es una multitud haciendo lo mismo.
Sacar tus propias conclusiones es tener pensamientos propios y no dejar que te obliguen a no ser dueño de uno mismo, no dejarse llevar por una horda humana… a veces ser una oveja negra no es malo.
Comentarios recientes