Es don dinero poderoso caballero, pero poco valor si la salud se marcha de vacaciones y extravía el billete de vuelta, pero resulta ser el parné un buen colchón para pagar al médico, si con el del seguro no estas satisfecho.

Se usara unos quevedos para leer la letra pequeña, esa letra diminuta en la que los fabricantes de los productos se esconden, porque en esa letra escondida puede estar el motivo por el cual a los médicos estas pagando.

Al adquirir un producto, mirar el paquete, lee la composición.

Miras y remiras y los ingredientes no aparecen, por mucho filtro que coloques si la composición no conoces usas el producto tranquilamente, el ingrediente nocivo al cuerpo irá a parar descaradamente.

Me estoy refiriendo a los tampones y compresas, tan blancos, puros (sí sí puros jaja), perfumaditos, un producto de uso masivo que contienen pesticidas, tintes y dioxinas, las cuales han sido identificadas por la Organización Mundial de la Salud como contaminantes orgánicos persistentes, unas sustancias altamente toxicas que tienen una lenta degradación física, química y microbiológica y se va acumulando el veneno en los tejidos grasos del cuerpo, y para que resulte divertido la mayoría de las marcas omiten en el paquete la información desglosada de su composición.

Los químicos que integran son: Benzocaina, Metilparabeno, Propilparabeno, Benzetonio, Clorido, Rojo 33, Nitropropano y todo esto unido a unas sustancias que no se especifican que se encuentran en las fragancias que se le añaden para que huelan bien, todo consiste en que huelan bien, se va a terminar como cucarachas patas arribas atacadas por insecticidas.

Como no, con todo este compendio de ingredientes metidos en una compresa o tampon se les abre las puertas a un conjunto de enfermedades como el cáncer, trastornos neurológicos, párkinson, desequilibrio hormonal, riesgo de alteraciones genéticas, síndrome del shock toxico.

Todo esto le puede pasar a cualquiera, si posee alergia a algún componente pues sufrirá alguna reacción, y si felizmente puede usar el producto sin ninguna sensibilidad, en el cuerpo se va acumulando tanto toxico como para desarrollar cualquier enfermedad, desembocando a la pregunta que todas se hacen, ¿por qué he caído enferma?

Después quieren vender paquetes para minutos de investigación.

Bajo la sombra del cáncer, es asombroso de que el sexo femenino sea tan fuerte, es increíble tantas batallas ganadas a pesar de tantas piedras por el camino.

No se quién fabricará todo esto, pero pienso que si los hombres tuvieran que usar tampones o compresas todos los meses estarían haciéndoles compañía a los dinosaurios, extinguidos.

Enhorabuena Esmeralda Valle por tu camino de lucha, por tus años ganando a esa sombra que no ha conseguido oscurecer tu alegría, que tu valle sea un valle de esmeraldas y que el cáncer pierda la partida.