Si se vive callando, asimilando o digiriendo toda la basura que sin compasión van arrojando a tus espaldas, apalancándose en el último rincón del cerebro, te llegas a creer que todo es cierto y que te mereces ese comportamiento hacia tu persona, es otra forma de que te matan y no te enteras.

Un día más tarde o más temprano quizás salte ese interruptor entelarañado que posee tu cabeza, puede que te cueste encenderlo ya que de no usarlo se puede quedar obsoleto, pero existe y solo tienes que pulsarlo.

Ese día puede que por esa cabecita dormida de marmota se pasen frases como; hasta aquí he llegado, se acabó, tanto va el cántaro a la fuente hasta que se parte o ésta es la puñetera gota que hace rebosar el puto vaso.

Pues muy bien, te ha costado pero has llegado al llamado punto de inflexión, se ha alcanzado la cumbre de la paciencia de no soportar más lastre de mierda sobre tu cabeza.

Ese punto de inflexión que puede ser el límite que posee el cuerpo de acumular la capacidad de aguantar, soportar negatividad, es cuando tu organismo pide un cambio a gritos porque se ha roto, explotado al estar lleno de todo lo que te amarga la existencia.

Cogerle el punto a ese punto no es fácil, ese punto  es como someterse a una puesta a punto, una puesta a punto donde los kilómetros que tienes por delante los comienzas a recorrer sin un inútil equipaje como de ropa que sabes que no te vas a poner, ropa vieja que no deja sitio para nada nuevo.

El ser humano es un saco de costumbre, se puede llenar de cosas que te hacen avanzar y a quererte, pero si se va llenando ese saco de palabras, situaciones o hechos que te deja echo un buñigoñí o lo que es lo mismo una basura, porquería, y te vas acostumbrado a que todo lo sientas malamente entonces es cuando se te coloca una sombra a modo de un dicho conocido “se está tan acostumbrado a perder que cuando gano me enfado”, se va escuchando esa frase en la cabeza que ya la oyes como normal y normal no es.

Es momento de electrocutarse y reaccionar, llámalo punto de inflexión o dejar de hacer el gilipollas, lo mismo es.