Es el regalo más socorrido parece ser que el pensar no da abasto, si tienes un compromiso toma colonia al canto.

El sector de las colonias autenticas se encuentran jalándose de los pelos, porque las imitaciones hacen el apaño y cuestan menos dinero, las grandes marcas de perfumes bufan contra sus equivalencias, parecidos o mismos aromas que les pisan el terreno, abarcando en supermercados se encuentran aromáticas estanterías, frasquitos de colores que su precio no llega a los 10 euros, cada frasco un numero que es el equivalente al perfume de marca más deseado y caro del momento.

Escuché en las noticias que son dañinas las imitaciones, su mala calidad, que si el plástico de la envoltura mas suelto, las enfermedades como alergias permanentes que podían provocar, ¡se clama al cielo! ¿a quien quieren engañar? a quien va a ser, al consumidor.

Un perfume o colonia de imitación te aseguran en un telediario por televisión, antena 3 el canal en cuestión, que te puede provocar entre otras cosas, una alergia permanente, pero que absurdo, la experta que hablaba, de cuyo nombre no me acuerdo, acaso no sabe que esas enfermedades y esa alergia permanente te la puede provocar el de imitación y el original.

Sea la colonia, el perfume de marca o de imitación, abre la puerta para que entre en el organismo todo un cóctel de productos químicos de los que se componen.

Solo hay que pensar un poquito, no todo es sota, caballo y rey, si quieres a la persona que le vas hacer el regalo, no le compres colonia, ni la barata ni la cara, ambas son insecticidas con olores que enmascaran unos tóxicos que te dañan y te matan, si no le tienes aprecio a quien le vayas a regalar ya eso sobre tu conciencia está.

Un libro estaría bien, por ejemplo, mi amiga Ana Cantero ha lanzado uno, con él seguro que no te matan y si se lee te enteras de que se trata XD, su titulo  “Santi no quiere ser un santo” ¿quien quiere ser un santo?, la Navidad ya pasó, ya podemos volver a ser malos XD.