Mi día a día era como el de cualquiera, siendo feliz usando productos químicos y tóxicos aquí y allí, hasta que me convertí en un detector de sustancias nocivas que no sabia ni que existían, y se presentaron sin que yo quisiera conocerla.
Así que con ese panorama entré en el mundo ecológico por la puerta de atrás y obligada, pues alma de ecologista no poseía ni poseo, cuando me lavo los dientes se me olvida cerrar el grifo, no reciclo ni me acuerdo de la palabra cuando tiro la basura, y dejo luces encendidas tras de mí, pero una cosa es no tener alma ecologista y otra cosa es que te traten como borrego cuando quieren meterte tanta mierda por todos lados.
Nos están imponiendo unas bombillas que las presentan como ecológica, a las bombillas de toda la vida las están retirando y cada vez tengo que buscarlas más, porque no me da la gana de usar las que llaman de bajo consumo.
Dicen de las bombillas de bajo consumo que requieren menos electricidad y permiten reducir el nivel de emisiones de las centrales eléctricas, eso dicen, pero contienen mercurio.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos recomiendan abrir las ventanas y abandonar el recinto si se rompe una de estas bombillas, en España el Ministerio de Industria regaló bombillas sin decir nada de esto.
Un prestigioso miembro del Real Colegio de Oftalmológico Británico reflexiona diciendo sobre estas bombillas que iluminan peor y son dañinas para la visión.
Se centra la preocupación en la perdida de la capa de ozono cuando Harry Moreley, o algo así no me he quedao bien con el nombre, un científico de la escocesa Universidad de Dundee, alerta de que emite radiación ultravioletas, eso bueno tampoco es.
Según la investigadora canadiense Magda Havas explica que las altas frecuencias viajan a lo largo del tendido eléctrico de nuestros hogares, oficinas, te afecta no solo las bombillas de tu cercanía también las de larga distancia, que si tu no la usas te enferma la de tu vecino lejano.
Te cuentan que contienen una cantidad segura de mercurio, que estupidez desde cuando el mercurio es seguro.
Contienen de 3 a 6 miligramos de mercurio, lo suficiente para ser altamente tóxico.
Camufladas de ecológicas nos alumbran regalándonos un pasaporte para viajar a diversas enfermedades, provocando problemas de ojos y visión, sordera y trastornos de oídos, migrañas, confusión, fatiga, tóxico para el cerebro, hígado, riñones, pérdida de memoria, alzheimer, inestabilidad emocional, vulnerabilidad en el desarrollo de los fetos y bebes ya que la exposición al mercurio es negativa para el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso, irritaciones en la piel a las personas que son sensibles y más a los campos electromagnéticos, estas personas existen, no están en otros mundos viven o mal viven en este.
¿Cuantos síntomas de estos se tiene a lo largo del día y se achaca a otros motivos?
Dicen que son importantes sus beneficios medioambientales, ¿dónde va a parar todo ese mercurio?, pues al medio ambiente.
En todo esto que rodea a las bombillas de bajo consumo existe una verdad, no mienten al decir que son de larga duración, porque con un poco de suerte nos morimos antes de que la bombilla se funda.
No se quién con estas bombillas sale ganando, por ahora pierde el medio ambiente y los consumidores.
Quien gana seguro será su fabricante, Philips, me suena de algo, ¿será porque es la más importante multinacional de la fabricación e inventor?, no sé… solo escribo lo que pienso.
noviembre 25, 2016 at 12:35 am
más claro imposible, totalmente de acuerdo